No le temo a la muerte
No le temo a la muerte
pues ya la he trascendido
ella llegará cuando deba llegar
Mientras tanto vivo
y al decir "vivo", dejo en claro
que vivo como nunca antes había vivido
vivo con la mesura del oleaje infinito
con las raíces del eterno ginkgo
con el follaje del melancólico sauce
vivo con las ramas desnudas del solsticio
con el susurro del veloz aleteo de un picaflor
Vivo
y al decir "vivo"
muero.
Comentarios
Publicar un comentario