Don de la belleza
Don de la belleza
Allí donde duerme
la flor
donde las aves encuentran descanso
donde el bosque es más azul que un tímido amanecer.
Allí encontré una voz
subyugante, melodiosa.
Era rica en su sonrisa
libre, en sus caricias
sincera, abierta, despierta.
Poseía el don de la belleza
y sabía que sin ella
su existencia no sería eterna.
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