Encontré

 Encontré la luz

que tanto anhelé 

encontré el capullo 

y pude contemplar su esplendor

cuando abrió sus pétalos 

risueños e inocentes


Supe de un río 

de cristalino temple

que bañó con su melodía 

el rito de las aves

dispuestas a sobrevolarlo 

en busca de presas 

en busca del alimento diario


Y allí estaba yo

contemplando todo

el universo, el cielo, la tierra

los caminos diversos

un sabor a desierto

de seres que estaban 

pero que no vivían 

pues era notable como desaparecían 

poco a poco 

olvidando los cantos y las risas

eran personas dormidas

y hasta muertas, diría. 

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