Es en los momentos de perturbación donde realmente aprendemos
Es
precisamente en los momentos de tensión, de perturbación, de dolor, de
molestia, de malestar, donde podemos despertar nuestro amor, la vida, la
Verdad, la paz, la serenidad, la sensatez, la cordura, la racionalidad, la
energía creadora, la divinidad. Si todo es fácil, si no requiere de nuestra
hondura, de nuestra profunda reflexión, entonces no aprendemos nada y seguimos
igual que siempre.
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