¿Existe una vida sin dolor?
Me
pregunto, quizá ustedes también lo hagan, que si existe una vida en la que no
haya el más mínimo rastro de dolor, de temor, donde no se produzca ningún
desgaste, ningún deterioro, sino que la vida sea energía en abundancia,
inteligencia, paz, cordura, sensatez, sencillez.
Creo que es posible vivir así, cada día, cada día que pasa. Para ello
necesitamos de una gran vitalidad, de una gran determinación y actitud, y una
buena cuota de valentía y de arriesgarse a lo que
venga, a lo que tenga que suceder.
Liberarse de todo el horror de este mundo que se
cae a pedazos no es nada fácil. Requiere de una gran honestidad, integridad,
humildad, inteligencia, necesitamos cuestionar rotundamente todo nuestro
entorno, nuestra cultura, nuestra educación, nuestra sociedad, la política, el
funcionamiento de la familia que se ha convertido en una entidad aisladora de
la sociedad.
Comentarios
Publicar un comentario