¿Por qué nos apegamos?
¿Por qué nos cuesta tanto
relacionarnos con los demás sin apegarnos, sin tomar posesión? ¿No podemos
establecer con otra persona, ya sea un niño, un hijo, un hermano, una pareja,
los padres, un vínculo en que no exista el menor rastro de identificación, de
un sentido de pertenencia? Donde hay amor no hay posesión, celos, todo eso
corresponde al campo del pensamiento, que no tiene nada que ver con el amor,
esa inmensa cualidad que sólo despiertan, lamentablemente, muy pocos seres
humanos, por lo general, cuando pasan por un intenso dolor y sufrimiento y
cuando los comprenden y se despojan definitivamente de ellos liberándose y abriéndose
a un mundo por completo diferente y desconocido.
Comentarios
Publicar un comentario